Las abejas melíferas son una parte muy querida de la historia de Utah, ya que no solo le dan al estado su apodo, sino que también ayudan a impulsar su éxito agrícola. Las poblaciones de abejas saludables ayudan a polinizar los cultivos y son una parte integral de cualquier ecosistema biodiverso próspero. Sin embargo, las plagas y enfermedades de las abejas melíferas tienen la capacidad de causar graves devastaciones agrícolas y ecológicas. Enfermedades como la loque americana pueden acabar con colonias enteras.
En 1892, se aprobó la primera ley de inspección de abejas en Utah. Los apicultores podían registrar sus colmenas y los inspectores de abejas realizaban inspecciones de colmenares para ayudar a los apicultores a diagnosticar problemas de plagas y enfermedades en sus colmenas. Los inspectores de abejas también podrían comunicar problemas como los brotes de loque americana a los apicultores en riesgo.
Aunque estos esfuerzos han reducido significativamente la propagación de enfermedades y plagas, las inspecciones de abejas siguen siendo una parte importante de la apicultura. Los inspectores de abejas del estado y del condado ayudan a detectar y mitigar problemas como la loque, los ácaros y otras amenazas para las abejas melíferas. Esto ayuda a evitar que las plagas o enfermedades se conviertan en una epidemia, proporciona estabilidad a la industria apícola y garantiza que las abejas estén disponibles para los cultivadores para los servicios de polinización.